martes, 11 de agosto de 2015

VIDA Y CRIMEN DE UN PSICÓPATA: JESSE POMEROY


Jesse Harding Pomeroy es uno de los primeros casos conocidos acerca de niños asesinos, con tan solo 15 años de edad fue condenado a cadena perpetua por homicidio en primer grado en contra de niños entre los 4 y 12 años de edad.
Pomeroy, nacido el 29 de Noviembre de 1859 en el pueblo de Charleston, Massachusetts y segundo hijo de Thomas y Ruthann Pomeroy, en su niñez, sufrió los estragos de un padre abusivo y alcohólico, quien por cualquier motivo se enfurecía y llevaba a sus hijos a una cabaña donde los desnudaba y golpeaba hasta caer en un supuesto desconsuelo para luego quedar dormido.
De estas palizas Jesse no asimiló la idea del buen comportamiento, sino una forma pervertida del placer y diversión, éste entonces empezó a ser retraído y volverse un niño alejado de la sociedad, al que la ética y la moral enseñada por su madre, quien era una fiel religiosa, se fueron empañando por sangre, dolor y venganza.
Pomeroy presentaba un trastorno mental llamado Psicopatía, problema cerebral genético y que se manifiesta con dificultades neurológicas, la persona que lo padece tiende a ser retraída, se manifiesta agresiva e impulsiva, con incapacidad de planificar el futuro y sobre todo posee una falta de remordimiento, es indiferente al sufrimiento ajeno, no siente compasión o cualquier sentimiento de condolencia o apoyo hacia su prójimo.
Sin embargo, hay que aclarar que no todo psicópata es un asesino en serie, pero todo asesino si es Psicópata, la diferencia la hace el entorno en el que nace, se autoconstruye, es decir, genera cierta empatía hacia el concepto de dolor en el que creció, es de ahí de donde viene la sociopatia, otro termino asimilado a este tipo de conductas.
Jesse Pomeroy tenía una apariencia escalofriante, el cuerpo era demasiado grande para su edad, el ojo derecho carecía de iris y pupila, su ojos y sus orejas eran deformes y esto hacia que su rostro luciera aterrador, incluso decían que al mismo padre le causaba terror verlo fijamente. Todo esto sumado a las burlas que recibía por ser diferente, llevó a Jesse a un cuadro desgarrador donde su mente solo sentía desprecio y odio hacia los demás. 
Sus crímenes eran explícitos y llenos de macabro contenido, todos sus pensamientos e ideas de abuso y depravación se empezaron a materializar al experimentar primeramente con animales, los colgaba, torturaba y destripaba sin alguna piedad, (Este es uno de los patrones más identificables en las características de un psicópata perturbado). Luego al ver que ya no era suficiente y, que evidentemente su madre empezó a sospechar, este desarrolló un gusto por matar a niños menores que él, a quienes torturaba y golpeaba tal cual el ejemplo que tomó de su padre y quien sería el detonante de este monstruo insaciable.
En su camino trágico y trastornado, Pomeroy preso de su maldad, halló su primera víctima, el niño William Paine quien fue descubierto en diciembre de 1871 por do s hombres que caminaban por una calle solitaria, ellos al escuchar un quejido decidieron acercarse a una pequeña cabaña donde pudieron encontrar al pequeño niño de 4 años que estaba colgado de las manos y apenas consciente, Paine presentaba desgarradoras  laceraciones en su espalda y fuertes moretones por todo su cuerpo.
Pero este sería apenas el comienzo de su vida como criminal, Pomeroy aún no cometía ningún asesinato, solo asechaba los pequeños y torturaba hasta llegar al cansancio y luego, después de ver lo que hacía, los dejaba a la intemperie, no sin antes prometerles que si lo delataban los mataría.
Así como Paine, muchos niños fueron torturados y amedrantados, engañados por las patrañas que solía decirles Jesse para lograr su cometido, hasta que El 18 de Marzo de 1874 la niña Katie Curran corrió con la mala suerte de llegar a la tienda donde, para ese entonces, trabaja Pomeroy, este se esmeró en atenderla y hábilmente hizo que solo quedaran ellos dos, Cinco minutos después con su navaja de bolsillo impulsivamente la degolló.
Los asesinos en serie, por el contrario de lo que se piensa, son conscientes de sus actos y hasta premeditan su crimen, planean paso a paso lo que harán y manejan siempre el mismo “modus operandi” a través del cual desean mostrar el control, sometiendo a su víctima y haciendo aquello que aún lo atormenta en su retorcida mente. La mayoría de casos, como en este, refleja la falta de confianza del individuo y su perdida de autocontrol, por lo que buscan en sus crímenes demostrar eso que tienen ausente.
Jesse Pomeroy en cada uno de sus Crímenes experimentaba la sensación de placer y goce que es imposible de explicar para una persona normal, pues eso que nos causa repugnancia a nosotros, a ellos les causa una sensación única sexualmente hablando. Para un Psicópata matar personas a sangre fría es una forma de satisfacerse, torturarlas y ser partícipes de ese dolor les hace sentir encanto que a la vez se ve empañado tras los recuerdos que tienen y es ahí cuando su violencia aumenta.
La raíz de su maldad como patrón siempre será en su infancia: padres y madres abusivos, delitos sexuales de parte de conocidos, rechazo e indiferencia social y exposición a un mundo en donde, a su corta edad, no deberían presenciar.  
Jesse Pomeroy nació con un trastorno que pudo haber sido controlado, pero el destino fue brutalmente asesino y mato toda esperanza de vida normal en él,convirtiendose en una víctima más de su entorno, un joven diferente a quien la sociedad rechazó y su padre con tal desagrado, abusó y torturó, su ideal de padre se convirtió en un verdugo, quien condenaría la vida de este adolescente.
Pomeroy termino sus días en un cuarto de acero y concreto,  solitario, pero orgulloso de lo que había cometido, como pasa con todos los asesinos en serie quienes ven a sus víctimas como el tesoro más preciado de sus carreras criminales.


  
Fuentes Bibliográficas

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