jueves, 17 de septiembre de 2015

CÓMO

Como hacer para no sonrojarme al mirarte,si cuando llegas de una manera insólita logras atraparme y luego enredarme en tu telaraña hecha de impecable belleza ,
Como esquivar la picardía oculta en cada sonrisa, la coquetería en cada palabra y el sonido de estas aun sin ser pronunciadas,
Como puedo yo saber que no estoy en una fantasía si es que tu cuerpo me provoca poesía
Como hago yo para ocultar las ganas, para borrar los besos, para enterrarlos en un desierto,
si es que ni siquiera me inmuto hacerlo,
Como hacer para continuar con esta locura que me acaba usted de provocar, si es que aun tenemos alguien más.

ESTO ES PARA USTED

ES ALGO CURIOSO QUE CADA QUE LLEGA UNA MIRADA ME ROBA
SUS OJOS CHOCAN CON LOS MÍOS Y ALGO SUCEDE EN MIS SENTIDOS
ME GUSTA COMO SE VE, COMO SE VISTE Y SU MANERA DE ACTUAR,
ME SEDUCEN SUS LABIOS Y EL HABERLA BESADO ME HA IMPACTADO
NO PENSÉ QUE PUDIERA PASAR PERO AHORA SE HA CONVERTIDO EN UNA ATRACCIÓN MORTAL,

ESTO ES UNA AVENTURA QUE QUIEN SABE CUANDO ACABARÁ. 

martes, 15 de septiembre de 2015

A PASOS DE GIGANTE


Eran las 4 cuatro de la tarde, cuando decidió decirle a su familia lo que ya le preocupaba hace un par de semanas, sentados en el restaurante, ese miércoles por la tarde, Sebastián y su novia, Marcela, se disponían a dar una noticia, una que no esperaban a su corta edad.

Era su primera vez y usaron el condón como habían visto en la televisión, como su amigo le enseño, como lo intuyó, no se explica que pudo pasar, solo que el destino le jugó una mala pasada. Todos en la mesa se pusieron a llorar, no podían creer que su hijo, hermano, nuera y cuñada tuvieran que ser papás a sus escasos 18 y 17 años.

En Colombia, una de cada cinco jóvenes entre los 15 y 19 años es madre o está embarazada, según lo indica el ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar), en promedio cada año nacen 159.000 hijos de madres y padres adolescentes. Sebastián y Marcela ya hacían parte de esta significante cifra, su hijo quien tenía 3 meses de gestación estaba sintiendo ya la presión de su joven madre y el desespero de su padre quien no sabía qué hacer.

Recién graduados del colegio y en primer semestre de la universidad, se sentían desesperados, “¿Que iba hacer? ¿En qué iba a trabajar? ¿Sería buen papá? Todas esas eran mis preguntas, las que me pasaban por la cabeza, es que no me lo esperaba, sentí mucho miedo, pero aun así no podía dejar de responder por ese niño que venía en camino”

La familia de Marcela le dio la espalda, les tocó vivir el rechazo, a ella la echaron de la casa y como todo un hombre Sebastián la recibió con su familia, que gracias a Dios  siempre lo apoyaron, ahí empezaron a vivir una vida de adultos siendo aún unos niños. Sufrieron los juzgamientos de la sociedad, una joven de tan solo 17 años y embarazada sigue siendo un tabú, y un joven con cara de niño yendo al supermercado para comprar pañales y todos los menesteres de un bebé, se veía preocupante para los demás.

Sin importar las adversidades, Juan Jacobo siguió creciendo, fuerte y sano, le daba muchos dolores a su mamita, pero a la vez le decía a través de ellos cuanto la quería, Sebastián después de mucho luchar logró ubicarse en un banco y tomar las riendas del hogar, se retiraron de la universidad y se dedicaron a ese niño que venía en camino, a prepararse para ser papas.


“ser padre adolescente no es fácil, me toco dejar lo que me gustaba para empezar a cumplir con obligaciones de un hogar, me madure viche como dicen por ahí, las cosas de jóvenes no las hago, hasta creo que me entiendo mejor con los adultos que con los pelaos de la misma edad mía, yo no me arrepiento de nada, me tocó dejar una vida normal de joven, pero ver a mi hijo sonreír hoy en día, es la satisfacción más grande a mis sacrificios, solo quiero darle lo mejor y que él sepa que su papa jamás lo dejó”