domingo, 18 de octubre de 2015

RESEÑA: TINTA ROJA


Tinta Roja es una película peruana dirigida por Francisco José Lombardi y basada en el libro homónimo del chileno Alberto Fuguet, que narra la historia de un joven estudiante, Alfonso Fernández Ferrer, aspirante a periodista quien llega al periódico sensacionalista El Clamor con la expectativa de estar en la parte de Espectáculos pero corriendo con la mala suerte de quedar como practicante en la sección de Policiales.

A partir de ahí se empieza a desarrollar una historia sobre el trabajo que se debe ejercer como reportero, en este caso la del joven y su equipo de trabajo, que, aunque empezó su ejercicio en algo que no le gustaba como la crónica roja, se fue inmiscuyendo en un mundo donde los muertos eran noticia. Su labor era sacar información acerca de los hechos, se valían de la falsa compasión hacia los demás, hacia ese dolor ajeno que sentían los parientes del difunto en cuestión, en esa tristeza que no se puede asimilar de igual manera que el lector, pues al ser periodista y su finalidad la de contar una historia, se debe olvidar de sus sentimientos y la dureza debe ser su mano amiga.

Dentro de la película, Lombardi pretende transportarnos a ese mundo bajo y vil del periodismo sensacionalista, pues desde su privilegiada posición de antiguo periodista, éste director es capaz de ilustrar al espectador la maravillosa y cruel seducción del reporterismo clásico, logra encaminarnos a una historia que con su mezquindad y sus ambientes machistas y hasta corruptos, muestra la decadencia de un joven practicante que va dejando sus principios, su inocencia, y su moral atrás, dando paso así a un hombre que ni sus compañeros, ni su familia llegaron a conocer, un personaje amoral y obsesionado por conseguir la información más exclusiva e íntima para sus escritos.

Esta película es una trama llena de obsesión y perversión por la primicia roja, esa que devela los detalles más tristes y desgarradores de un hecho doloroso, pero que a su vez se convierte en una fuente de información y trabajo para muchos periodistas de diarios que tratan con esta temática, muestra las dos caras de la moneda y la falsedad de una de ellas, al ser la otra objeto de su juego para sacar un titular que venda drama al lector.

Tinta Roja trae consigo una gran carga de enseñanzas que se construyen a través de las diferentes historias que ahí se relatan como la del protagonista, Alfonso Fernández, o  la del mitad seductor y mitad canalla, Saúl Fáundez, jefe de la sección policial del Clamor, quien enseña con simplicidad la realidad de un buen escrito, y no precisamente el que instruye en las universidades sino ese que se aprende en las calles, en el diario vivir, en la búsqueda de una noticia donde se meta al lector en la cabeza del muerto o del asesino en cuestión.

Tinta Roja revela los límites de una carrera difícil de llevar, hasta dónde un periodista es capaz de llegar por conseguir la exclusiva y hasta qué punto puede dejar sus principios para lograrlo. Ésta película deja un sin sabor al espectador, pues muestra la parte inhumana del reportero y nos enseña, de manera cruda, una lección de periodismo. 

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